Una de las principales técnicas en psicologia deportiva es el establecimiento de objetivos. Sí, lo se…dirás, pues vaya técnica más sencilla, ¿ no? Y la verdad es que tienes razón, porque esto es la psicología deportiva en gran medida, aplicar cosas con sentido común para mejorar el rendimiento.
El problema viene cuando queremos aplicar técnicas de «física cuántica» al rendimiento deportivo. Al complicar la técnica, los resultados seguramente tardarán más en llegar y puede que no todo el mundo tenga la capacidad de asimilarlo.
Porqué lo siento amigo “estoico del siglo 21”, pero alguien te lo tenía que decir “querer no siempre es poder…” Te pondré un ejemplo hablandote de mí.
Me encanta la música y tocar la guitarra es una de mis aficiones favoritas, me imagino que soy Kurt Covain en Múnich y conecto el ampli para que mis vecinos puedan disfrutar gratis de mi concierto. Pues bien, la realidad es que toco fatal la guitarra y de hecho no sé ni cantar a la vez que toco smells like teen spirit.
Porque hay una diferencia muy grande entre estos términos: potencialidad, posibilidad y capacidad. Yo, potencialmente puedo montar un grupo de música, ya que tengo la motivación para ello (quiero). ¿Tengo la posibilidad de hacerlo? Vamos a ver: tengo una guitarra, un amigo que toca el bajo y otro que tiene una batería eléctrica, además conozco un sitio donde podemos ensayar sin molestar a nadie (medios)
¡Vamos estoico vamos que querer es poder! Voy a por la última: capacidad; “meeeec” ni de lejos…a duras penas se tocar un fa, de hecho el Si todavía NO lo se tocar…que situación más paradójica (poder).
Otro ejemplo a nivel deportivo: María tiene 60 años, es triatleta popular y llega a consulta ya que quiere clasificarse para los juegos olímpicos.
Vamos al detalle: María tiene potencialidad de hacerlo (Sí), tiene la posibilidad de intentarlo (tiene un bici, un tritraje y está pre- jubilada) -Sí- y por último, ¿tiene la capacidad? (No) y por mucho que entrene no lo conseguirá, con lo que lo mejor es establecer un objetivo adecuado para ella.
Todo este rollo es para explicar la importancia de un buen establecimiento de objetivos. En psicologia deportiva, necesitamos un plan de acción y gracias a las técnicas adecuadas podremos ejecutar ese plan. La literatura de psicologia deportiva nos habla de muchos tipos de objetivos, considero que los más importantes son:
- Objetivos centrados en resultados: Se enfocan en metas específicas, como triunfar en una competición o alcanzar una posición destacada. Son útiles para impulsar la motivación, aunque su consecución puede depender de factores externos, como el nivel de los oponentes o las condiciones del entorno.
- Objetivos relacionados con el rendimiento: Tienen que ver con el progreso personal y la mejora en habilidades concretas dentro del deporte, como reducir un tiempo de ejecución o perfeccionar la técnica. Estos son más manejables porque están bajo el control del deportista, favoreciendo una competencia consigo mismo.
- Objetivos orientados al proceso: Se basan en los métodos o formas de llevar a cabo una tarea, como ajustar una postura o aplicar una estrategia táctica. Son clave para el desarrollo de habilidades específicas y para mantener la atención en elementos controlables tanto durante los entrenamientos como en la competición.
Una técnica que se utiliza a menudo para establecer objetivos, es la Técnica del escalador.
No soy experto en alpinismo y puede que lo que diga no tenga sentido, pero sirve para explicar como se puede establecer unos objetivos de forma eficaz e individualizada al deportista. La técnica del escalador hace referencia a como los guías planifican el ascenso a la montaña partiendo de la cima y de ahí trazan la mejor ruta, dividiéndola en etapas, hasta su base.
Cada etapa tiene unos objetvios específicos para llegar a la siguiente etapa, y de esta manera se construye un plan hacia nuestro objetivo general.
Pongamos un ejemplo:
Un jugador de tenis que tiene como objetivo clasificarse para la previa de un grand slam
Objetivo General (Cima): Clasificarse para la previa de un Grand Slam
Este es el objetivo de resultado principal, que depende del ranking ATP necesario para entrar a la fase de clasificación del torneo. Este objetivo final está condicionado por otros factores que no dependen del deportista.
Planificación de la Ruta (Etapas del Ascenso):
Cada etapa se enfoca en objetivos de resultado, rendimiento y proceso que llevan al tenista desde su situación actual hasta la cima.
1. Etapa final: Alcanzar el ranking necesario.
Objetivo de resultado: Llegar al top 200 del ranking ATP, lo que generalmente permite participar en la fase previa de un Grand Slam.
Objetivo de rendimiento: aplicar las técnicas para entrar en su Ideal peak performance lo más rápido posible.
Objetivo de proceso: Diseñar un calendario estratégico de torneos, seleccionando aquellos con más posibilidades de éxito según el nivel de los participantes.
2. Etapa intermedia: Obtener puntos ATP.
Objetivo de resultado: Ganar un torneo ITF Futures o alcanzar rondas avanzadas en varios torneos challenger para sumar puntos ATP.
Objetivo de rendimiento: Mejorar la gestión emocional y el foco atencional.
Objetivo de proceso: Trabajar con el entrenador para analizar partidos previos, identificar patrones de juego y reforzar áreas específicas como el saque y las devoluciones bajo presión.
3. Etapa inicial: Consolidar habilidades y mentalidad competitiva.
Objetivo de resultado: Lograr victorias consistentes en Futures y Opens locales para ganar experiencia competitiva.
Objetivo de rendimiento: Establecimiento de rutinas dentro y fuera de la pista.
Objetivo de proceso: Practicar ejercicios de simulación de presión y visualizar situaciones competitivas con el psicólogo deportivo.
4. Base de la Montaña (Presente): Diagnóstico actual.
Objetivo de proceso: Realizar un análisis exhaustivo del nivel técnico, físico y mental del jugador, junto con una evaluación de su entorno (entrenador, instalaciones, equipo de apoyo). Esto permitirá identificar fortalezas y debilidades para trazar el camino.
Ejecución del Plan:
El tenista trabajará etapa por etapa, adaptando su progreso en función de los resultados obtenidos y ajustando el calendario de torneos según su evolución.
Este enfoque progresivo asegura que los pequeños éxitos refuercen la motivación hacia el objetivo final. No podemos saltarnos niunguna etapa igual que en la escalada a una montaña y primero de todo tendremos de evaluar si tenemos la potencialidad, posibilidad y capacidad de conseguir este objetivo o habrá que buscar un obejtivo más adecuado.
Si estás pensando en un profesional para establecer tus objetivos deportivos, pide información sin compromiso alguno.
